viernes, 20 de febrero de 2015

Reflexiones del Realismo Mágico






















Franz Roh, historiador y crítico alemán especializado en arte, utilizó por primera vez en 1925  la expresión “realismo mágico”  para describir una pintura que modificaba la realidad incorporando aspectos mágicos.  
En 1947 el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri  en su ensayo “El cuento venezolano” utilizó el término para referirse a una nueva tendencia en la literatura hispanoamericana en donde la realidad coexiste con la fantasía. 
“Lo que vino a predominar en el cuento y a marcar su huella de una manera perdurable fue la consideración del hombre como misterio en medio de datos realistas. Una adivinación poética o una negación poética de la realidad. Lo que a falta de otra palabra podrá llamarse un realismo mágico”. 

El Realismo Mágico nace entre 1930 y 1940 como respuesta a las discrepancias surgidas entre cultura de la tecnología y cultura de la superstición, y en un momento en que el auge de las dictaduras políticas hacen de la palabra una herramienta de lucha emboscada pero muy preciada. Alejo Carpentier en su novela “Los pasos perdidos” fue uno de los primeros en registrar la tendencia. 
Alcanzó su apogeo en las décadas de 1960 y 1970  
Los principales autores del realismo mágico son Miguel Ángel Asturias, premio nobel 1967 de literaturaCarlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, premio nobel 2010 de literatura y, sobre todo, Gabriel García Márquez, premio nobel 1982 de literatura, cuyas novelas Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975) y Crónica de una muerte anunciada (1981) siguen siendo los mayores exponentes del género. 
Una característica común en estas novelas es la presencia de hechos oníricos y sobrenaturales de manera natural, sin que el narrador se asombre por ellos y sin darle al lector una explicación. 
Pero que nadie se llame a engaño, el realismo mágico ya estaba registrado en la literatura clásica romana y, probablemente también en la griega, antes de que se acuñara el término en la actualidad contemporánea. Apuleyo, escritor latino del siglo II, se nos adelantó en su obra “El asno de oro”, en la que su protagonista, Lucio, un joven deseoso de dominar la magia, cuando está pronunciando un conjuro para convertirse en pájaro, por azar del destino se transforma en asno, comenzando así un viaje iniciático en medio de una descripción muy realista de la vida y costumbres de la época romana.  
Lo dicho: Que nadie se llame a engaño, en cuestión de arte y literatura casi todo estaba inventado mucho antes de que nosotros desembarcáramos en este planeta, así que estoy pensando en largarme a otro para poder decir algo nuevo de verdad. 






jueves, 5 de febrero de 2015

Camino a la escuela (Documental)


La película documental del director francés Pascal Plisson, galardonado en el 2013 por este trabajo, se estrenó en Barcelona el 15 de enero.

Narra cuatro historias seleccionadas entre una lista interminable a cual más dramática. Sus protagonistas son niños entre 11 y 13 años que se levantan cada mañana con la ilusión de emprender un viaje hacia el conocimiento, aunque sea arriesgado y largo.

La primera historia se desarrolla en Kenia. Jackson de 11 años y su hermana Salomé, recorren todos los días 15 kilómetros, entre manadas de elefantes, o sea, dos horas de camino para llegar a la escuela, pero ningún obstáculo matará sus deseos de convertirse en piloto y maestra.
Zahíra, la protagonista de la segunda historia, vive en el Alto Atlas, tiene 13 años y sueña con ser médico para curar a los desamparados. Los lunes camina entre montañas durante 4 horas ya que su escuela está a 22 kilómetros. Ni el sol ni el frío podrán evitar que se levante cada mañana para hacer el mismo camino.
El protagonista de la tercera historia es Carlos, tiene 11 años y vive  en la Patagonia Argentina. A él le gustaría ser veterinario en la misma tierra donde nació y no se arredra por cabalgar en su caballo una hora y media diaria con su hermana Micaela.
Samuel, un niño indú discapacitado de trece años, depende de sus dos hermanos y de una rudimentaria silla de ruedas para ir a la escuela, situada a 4 kmts de su casa, atravesando terrenos difíciles.

Todos tienen algo en común, para ellos la escuela es el saber y este la antesala de un futuro más llevadero. Lo contrario que para muchos niños occidentales para quienes ir al colegio es poco menos que un castigo.  




Recomiendo que la veáis con vuestros hijos o nietos. Es terapéutica y os va a emocionar, ¡quién sabe, quizás marque un antes y un después en nuestras mullidas existencias!

Vaticino que estará poco tiempo en la cartelera porque no es una película comercial. Mientras tanto, os dejo el trailer de la película.






Espero que os guste, ¡Feliz Día!

viernes, 23 de enero de 2015

"Me levanté cada mañana con la esperanza de que la muerte siga dormida" - Jose Luis Alvite

Jose Luis Alvite, columnista de La Razón y colaborador de Carlos Herrea, por citar sus últimos trabajos, falleció en Santiago de Compostela el pasado 15 de Enero.


Se dice de él que muchos de sus artículos poseían mas sustancia literaria que la mayoría de la narrativa española de los últimos cuarenta años.
Su gran hallazgo fue la invención de un bar "El Savoy", hecho de retales de malas novelas, escenario de sus mejores columnas, desde cuya barra llena de náufragos, como él mismo describió, observaba a la gente que entraba y salía. Allí escribió tambien sus "Entrevistas Imaginarias" en las que asume el papel de entrevistado y entrevistador. Son célebres sus entrevistas con Jesucristo, Hitler, Bogart, Cary Grant, Maria Canalla,etc.
Lo descubrí - dice Javier Ors- cuando solo era un becario en las páginas de Diario 16. En aquellos artículos, Altive descubría a sus lectores que el fracaso muchas veces consiste en triunfar y que todos los sueños pierden su encanto cuando empiezas a acariciarlos con la yema de los dedos
Con humor encaró también su grave enfermedad ya que el 27 de noviembre de 2013 explicó en una carta dirigida a Carlos Herrea -del que era colaborador en su programa radiofónico- los motivos de su ausencia en el espacio de Onda Cero. "No sé, Carlos, amigo mío... estas cosas ocurren y seguro que tienen algún sentido. Dice mi oncólogo que 'la situación es muy comprometida' y eso significa que mi buena suerte puede haber cambiado a peor y que la vida ya no me dará la siguiente patada en el culo apócrifo de otro hombre".
"Cáncer de colon y de pulmón. Dos golpes en un solo mazazo. Fue algo desproporcionado, como encontrar un centollo en el interior de una almeja. Es una de esas veces en mi vida que la peor noticia no me la da Hacienda. Nunca pensé que envidiaría el estado de mi coche", añadía en la misiva.
"Ojalá pueda volver a tu lado. Y si no vuelvo, piensa que fue solo porque me empeñé en el estúpido sueño de llegar por ferrocarril a una ciudad sin tren", finalizaba la carta.

jueves, 15 de enero de 2015

Empezando el año con textos y personajes enriquecidos

El dos de abril de 2014, Día Internacional del Libro Infantil, la escritora irlandesa Siobhán Parkinson, ganadora del premio na nÓg, escribió una carta para explicar el proceso creativo literario.
La encontré en la biblioteca donde escribo a diario por las mañanas y me encantó. 
La traslado al papel tal cual venía en el libro. Espero que os guste también.

  CARTA A LOS NIÑOS DEL MUNDO




Los lectores a menudo le preguntan a los escritores cómo escriben sus historias: ¿de dónde salen las ideas? Provienen de mi imaginación, contesta el escritor. Ah, claro, suele contestar el lector. Pero, ¿dónde está tu imaginación, de qué está hecha y es cierto que todo el mundo tiene una?
Bueno, responde el escritor, está en mi cabeza, por supuesto, y está compuesta de imágenes y palabras y recuerdos y rastros de otras historias y palabras y fragmentos de cosas y melodías y pensamientos y rostros y monstruos y formas y palabras y movimientos y palabras y olas y arabescos y paisajes y palabras y perfumes y sentimientos y colores y rimas y pequeños chasquidos y silbidos y sabores y explosiones de energía y acertijos y brisas y palabras. Todo ello girando ahí dentro y cantando y comportándose como un caleidoscopio, y flotando y sentándose y pensando y rascándose la cabeza.
Por supuesto que todo el mundo tiene imaginación: sin ella, no seríamos capaces de soñar. No obstante, no toda imaginación tiene las mismas cosas dentro de ella. Probablemente, la imaginación de los cocineros contenga en su mayoría sabores, de la misma manera que la imaginación de los artistas contendrá sobre todo colores y formas. La imaginación de los escritores está principalmente llena de palabras.
Para los lectores y oyentes de historias, sus imaginaciones también se nutren de palabras. La imaginación de un escritor trabaja y da vueltas y da forma a las ideas, a los sonidos, a las voces, a los personajes y a los acontecimientos hasta convertirlos en una historia; esta historia no está compuesta de otra cosa que no sean palabras, batallones de garabatos desfilando por las páginas. Entonces ocurre que, de pronto, llega un lector y esos garabatos cobran vida. Siguen estando en la página, siguen pareciendo garabatos pero también están retozando en la imaginación del lector, y éste da forma e hila las palabras para que la historia ahora tenga lugar en su cabeza, como tuvo lugar en la cabeza del escritor.
Este es el motivo por el cual el lector es tan importante para una historia como lo es el escritor. Solo hay un escritor para cada una de ellas, pero hay cientos o miles o incluso a veces millones de lectores de historias, que leen en el mismo idioma que el del escritor o que quizás hasta lean traducciones en muchos otros idiomas diferentes. Sin el escritor, no nace el cuento; sin todos los miles de lectores alrededor del mundo, el cuento no llegará nunca a vivir todas las vidas que puede vivir.
Todo lector de una historia tiene algo en común con los otros lectores de esa misma historia. Separadamente, aunque también juntos de alguna manera, ellos han recreado la historia en su propia imaginación: una acción que es tanto privada como pública, individual como común, íntima como internacional.
Es posiblemente lo que los humanos hacen mejor.
¡Seguid leyendo!

Siobhán Parkinson
Autora y editora de literatura juvenil e infantil. Y ganadora del premio Premio na nÓg
Traducción: Paula Sanz



¡Feliz día!